Pacto por un Peru Digital
O un mensaje para Francisco Sagasti
Hace unos días se nombraba a Francisco Sagasti como Presidente del Perú. El fue alumno del Hno. Alberto Peinador, al igual que yo en La Salle, donde nos inculcaron la máxima: quien no vive para servir, no sirve para vivir.
También nos enseñó que hay que ser voz de los que no tienen voz, y es por ello que tratare de ser voz de los que no tienen voz, en este artículo, en el proceso de construcción de un Perú Digital.
El domingo 15 de marzo se decretó el inicio de la cuarentena en el Perú. Una norma que fue anunciada por televisión pero solo visible por medio de la edición digital del Diario Oficial El Peruano.
Las siguientes anuncios se realizaban en el transcurrir de los días pero en su gran mayoría salían en ediciones extraordinarias siendo entonces que la edición digital se volvía la publicación oficial de obligatorio cumplimiento.
Con la cuarentena diversos procesos públicos tuvieron que ser llevados a digital, desde audiencias judiciales hasta sesiones del parlamento pasando por sesiones del Tribunal Constitucional hasta reuniones con otros Presidentes de la región. La videoconferencia se volvió el instrumento de mayor versatilidad para la continuidad operacional del gobierno.
Las páginas webs oficiales para averiguar si uno recibiría el bono del gobierno o recibir información de los datos de la pandemia emitidos por el Ministerio de Salud, son el día día.
La teleeducación (pero mezclada con educación remota); el teletrabajo y el trabajo remoto, con la telemedicina; así como el desarrollo de soluciones tecnológicas con herramientas de trabajo colaborativo son la norma, para públicos y privados.
El sector privado tuvo la segunda aceleración para una transformación digital, y esta más profunda que la primera (que ocurrierá hace 20 años cuando SUNAT comenzó sus declaraciones por medios telemáticos); se han tenido que utilizar herramientas para el trabajo remoto, quienes han podido, mezclando herramientas en entornos seguros como aquellas que no, se han tenido que utilizar diversos instrumentos de conectividad pero además recurrir a soluciones tecnológicas para continuidad del negocio (el mismo que no estaba preparado para pandemias, en la mayoría de los casos). En pronto tambien estara el pagaré digital y la escritura pública digital Lo digital es ahora la norma, y es la norma que establecerá quienes sobrevivirán despues de esta pandemia.
Todo lo anterior ha sido montado corriendo, aún con dudas sobre temas de protección de datos personales, uso de los datos recopilados por el Estado, medidas de seguridad para las diversas herramientas digitales que se han utilizado y se utilizan. Si bien ya la Politica 35 del Acuerdo Nacional, vislumbraba que se necesitaba una transformación digital, el COVID19 aceleró de una manera impresionante el proceso.
Y ¿por qué seguimos sin una entidad articuladora de los esfuerzos de construcción de un Perú Digital, de base multiestamentaria (sociedad civil, academia, gobierno y sector privado)?. Una entidad que facilite esta transformación digital no solo pensando desde la optica pública (como hasta ahora), con una visión coordinada, y no de cada cual haciendo su mejor esfuerzo; y finalmente pensando que la reactivación económica que requerirá el país no solo se basara en una rápida utilización de tecnologías; pasando por la competitividad y la sobrevivencia de las indsutrias en un entorno de industria 4.0.
De esta transformación hacia un #PeruDigital no hay vuelta atrás, ¿esta presidencia sabra que tiene que hacer para no perder este tren de la historia?. Sin duda si alguien entenderá esta columna es el Presidente Sagasti, espero que actue sobre ella, este es el momento de construir un #PeruDigital.